domingo, 17 de febrero de 2013

Noche



Pequeñas gotas de sudor
Iluminaban tu cuerpo,
Brillaban como estrellas,
Sumidas en la oscuridad.

Tus ojos eran como la luna y el sol
Intentando compartir el mismo cielo a la vez.

Dos lenguas jugueteaban en bocas ajenas,
Mojando de saliva nuestros labios,
 Nuestras manos lentamente quitaban cada prenda de ropa,
Y acariciaban con delicadeza los caminos que marcaba nuestros cuerpos.

Tus dedos acariciaban mis pechos,
Mientras yo intentaba contener la respiración.

Contigo tan cerca, me excito más y más,
A cada segundo nos envolvemos más en lujuria,
Nuestros cuerpos arden de deseo,
Y la noche se queda sin límites entre los dos…

Los minutos pasan más lentamente,
Las gotas de sudor resbalan en nuestros cuerpos desnudos,
Y nos unimos en unos audibles gemidos,
Volviéndose más frenéticos…
Terminando juntos en un abrazo inmortal.